ABC de las Micotoxinas
La contaminación con hongos en los productos agrícolas es muchas veces inevitable y cada vez más preocupante por la frecuencia con que estos productos presentan metabolitos secundarios tóxicos conocidos como micotoxinas.
En los últimos años el total de reportes mundiales indica que más del 70% de las muestras de materias primas analizadas (maíz, sorgo, trigo, cebada, soya, ensilajes, subproductos de maíz, trigo y arroz) están contaminadas con una micotoxina y sobre el 40% con más de una.
La contaminación con micotoxinas puede ocurrir en el cultivo, durante la cosecha, en el almacenaje e incluso después del proceso de fabricación del alimento concentrado.
El desarrollo de los hongos productores de micotoxinas depende de varios factores, incluyendo la humedad de los ingredientes o del alimento, la humedad y temperatura ambiental, tiempo de almacenaje, oxígeno y pH.
La presencia de hongos y/o micotoxinas en el alimento de las aves genera serias pérdidas económicas debido a su efecto perjudicial en el desempeño de los animales a través de la alteración nutricional de los ingredientes y la producción de micotoxinas.
DEFINICIÓN
Las micotoxinas son compuestos orgánicos, de bajo peso molecular, carentes de Inmunogenicidad y que son capaces de producir efectos tóxicos, teratogénicos, mutagénicos, carcinogénicos y depresión del sistema inmune. Los efectos perjudiciales dependen de la concentración de la toxina en la dieta, naturaleza de la toxina, edad, etapa productiva en que se encuentre el ave, tiempo de exposición, estado nutricional y de salud del ave al momento de recibir el alimento contaminado.
Se ha comprobado que los daños provocados por las micotoxinas son mucho mayor cuando están combinadas que cuando se presentan en forma individual. Las micotoxinas más importantes en la producción avícola son: aflatoxina, ocratoxina, toxina T-2 y diacetoxiscirpenol (DAS). De menor importancia práctica son la fumonisina, citrinina y ácido ciclopiazón.
Las micotoxinas y especialmente la aflatoxina afectan directamente la utilización de nutrientes, reduciendo en un 56% la concentración de las sales biliares y en un 35% la actividad de enzimas digestivas primarias como amilasa, tripsina y lipasa. Estos cambios son los principales responsables de una digestión deficiente de lípidos y proteínas. Además, se afecta la absorción de vitaminas liposolubles y pigmentos debido a una formación incompleta de los micelios.
TIPOS DE MICOTOXINAS
AFLATOXINAS:
Son producidas principalmente por hongos del género Aspergillus y son especialmente problemáticas en lugares de clima calurosos y con alta humedad.
La aflatoxina B1 es la más dañina y su efecto en el desempeño de las aves incluye un pobre crecimiento y conversión alimenticia, aumento de los % de mortalidad, disminución de la producción de huevos, toxicidad embrionaria, problemas de calcificación, pigmentación deficiente y decomisos de canales.
Los patos y pavos son mucho más susceptibles a las aflatoxinas que los pollos, gallinas incluso que las codornices. Las aflatoxinas son hepatotóxicas, provocando hígado graso y/o friable, a veces hemorrágico o con lesiones necróticas, degeneración de los hepatocitos, hiperplasia del conducto biliar y alteración de las funciones normales del hígado, que se muestra pálido e inflamado.
La disminución del tiempo de coagulación de la sangre, el aumento de la fragilidad capilar con mayor presencia de hematomas es otro de los efecto nocivo de las aflatoxinas.
OCRATOXINAS:
Son Micotoxinas producidas por varias especies de Aspergillus en climas tropicales y subtropicales y de Penicillium en climas templados. Son micotoxinas de almacenaje, siendo la más dañina la ocratoxina A, que es esencialmente nefrotóxica. Los riñones se observan pálidos, algunas veces hemorrágicos, pero siempre congestionados.
Es posible observar niveles altos de ácido úrico en sangre, depósitos de uratos en articulaciones y en la cavidad abdominal; y en ocasiones hígado graso. Son frecuentes las heces acuosas en gran cantidad.
La ocratoxina afecta el desempeño de las aves, deprimiendo el consumo de alimento, la ganancia de peso, conversión alimenticia y producción de huevos. En gallinas ponedoras además se observa fragilidad de cáscara con presencia de manchas amarillentas y mayor incidencia de huevos con manchas de sangre. En reproductoras disminuye la viabilidad embrionaria, afectando la incubabilidad.
T-2 y DAS :
Son micotoxinas pertenecientes al grupo de los tricoticenos, producidas por hongos del género Fusarium. Se caracterizan por ser irritantes de tejidos cuando se ingieren, provocando dermatitis, lesiones orales, necrosis de la mucosa proventricular, erosión de molleja e irritación intestinal.
Estas micotoxinas se incorporan en la membrana celular de las células del tejido afectado, modificando su estructura y sus propiedades funcionales. Las lesiones orales se presentan como petequias o placas amarillentas caseosas o necróticas en la comisura de la boca, paladar, base inferior de la lengua y lengua.
EFECTO INMUNOSUPRESOR:
Se ha demostrado que el sistema inmune de las aves es muy susceptible a las micotoxinas, donde producen efecto adverso en su funcionamiento: deterioro de la macrofagia, depresión de la producción y actividad de los linfocitos, y depresión de la producción de anticuerpos.
Su mecanismo de acción es a través de la inhibición enzimática que reduce la síntesis de proteína y consecuentemente la respuesta inmune; lo cual lógicamente predisponen a los animales a la presencia de enfermedades infecciosas. Los niveles de micotoxinas que causan inmunosupresión en aves son muy inferiores a los que producen las lesiones típicas de micotoxicosis.
Las micotoxinas que más afectan el sistema inmune de las aves son aflatoxinas, ocratoxinas y tricoticenos. En pollos se ha observado que las micotoxinas atrofian la bolsa de Fabricio, timo y bazo; aumentan la sensibilidad y la severidad a varias enfermedades como la coccidiosis causada por Eimeria tenella, la enfermedad de Marek, Salmonellosis, Hepatitis por Cuerpos de Inclusión y enfermedad de Gumboro; además afectan la respuesta serológica después de vacunar contra Newcastle, Bronquitis Infecciosa, Gumboro y Cólera Aviar.
Las aflatoxinas suprimen la formación de anticuerpos o estos se forman de manera inadecuada. También causan una reducción en la actividad fagocitaria de los macrófagos.
La ocratóxina afecta la producción de linfocitos y se ha observado una mayor incidencia de problemas bacterianos a nivel de trato respiratorio cuando las aves ingirieron alimento contaminado con esta micotoxina. La toxina T-2 y DAS afectan la producción de anticuerpos con destrucción de los linfocitos B y T.
La combinación con más efecto inmunosupresor en aves es la de aflatoxina y toxina T-2. El efecto de las micotoxinas con mayor impacto económico es la inmunosupresión, que se traduce en una mayor susceptibilidad a enfermedades infecciosas, reactivación de infecciones crónicas, potenciales reacciones secundarias, incremento en el uso de medicamentos e ineficacia de los programas de vacunación.
CONTROL:
Los secuestrantes de micotoxinas es el método más utilizado comercialmente para el control de los efectos en las aves. Estos productos forman complejos irreversibles, no digeribles, con las micotoxinas a nivel gastrointestinal, disminuyendo su absorción, para luego ser excretados en las heces.
El resultado final es una reducción del nivel de micotoxina en la sangre a un punto en que no afecta significativamente el desempeño productivo ni los órganos susceptibles del animal cuando recibe alimento contaminado. Para conocer la eficacia de un adsorbente es necesario que éste haya sido evaluado in vitro, pero especialmente in vivo, mostrando una respuesta estadísticamente significativa en la prevención del problema.
Limites de tolerancia de las micotoxinas en aves (Fernández Mayer AE. Manejo de los cereales)
NOTA: El presente artículo es un resumen de notas personales tomadas en conferencias y seminarios, revisión de bibliografía relacionada con el tema y comunicaciones personales con profesionales y técnicos del área.
Comentários