Carne De Ave Cultivada: Tendencias Y Mercado En Brasil

La carne de pollo es una de las proteínas más versátiles y aceptadas por cualquier religión, siendo la más consumida en Brasil (45,56 kg per cápita), según la Asociación Brasileña de Proteínas Animales (ABPA, 2022). Así, permite diversas aplicaciones en platos típicos de todas las nacionalidades (Valente et al., 2019).

Sin embargo, con el aumento del consumo de proteínas en los últimos años, los nuevos hábitos alimentarios y la preocupación por la sostenibilidad del planeta, es necesario diversificar la fuente de proteínas investigando nuevos tipos de ingredientes o tecnologías de producción, como las de origen vegetal, celular y las fermentaciones (Reis et al., 2020a,b; Feddern et al., 2020).

La carne cultivada se produce en el laboratorio mediante técnicas de bioingeniería, en las que se hace una biopsia de las células del animal, sin necesidad de sacrificarlo. Así, es posible la formación de un banco de células para uso continuo, siendo el animal un donante de estas células. La biopsia se hace con células del animal vivo y se transforma en cualquier célula deseable.

En los últimos años (2020, 2022) dos países han aprobado la legislación para la producción de carne cultivada: Singapur y Holanda. En Brasil, aunque este tipo de proteína aún no se comercializa, está en proceso de creación el Plan Nacional de Proteínas Alternativas (PNPA[VF1] ), del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento.

Este plan contempla los alimentos y sus ingredientes a base de proteínas procedentes de plantas, insectos, hongos, algas y otras fuentes alternativas, obtenidos mediante métodos de producción establecidos, procesos fermentativos, cultivos celulares y procesos innovadores.