Control De La Coccidiosis Con Vacunas En Reproductoras De Pollos De Engorde
José J. Bruzual, veterinario avícola senior, y Zoltan Marton, veterinario técnico regional
INTRODUCCIÓN
La coccidiosis es una enfermedad de las células de la mucosa intestinal producida por la invasión de un parásito protozoario muy prolífico del género Eimeria. Esta invasión no solo provoca la interrupción de la alimentación y de los procesos digestivos que intervienen en la absorción de los nutrientes, sino que también puede causar una inflamación intestinal que se traduce en deshidratación, hemorragias, pérdida de la pigmentación de la piel y una mayor susceptibilidad a infecciones bacterianas secundarias, como la enteritis necrótica y la osteomielitis.
Las coccidias están presentes en casi todas las instalaciones avícolas donde se crían pollos. Si bien suele ser una enfermedad que afecta a las aves jóvenes, cualquier ave adulta sin exposición e inmunidad previa puede contraerla.
Antiguamente, la coccidiosis clínica en las reproductoras de pollos de engorde se prevenía con el uso de medicamentos anticoccidiales (ionóforos y sintetizados químicamente) en el alimento. Luego, tras la aparición mundial de las vacunas comerciales contra la coccidiosis a finales de la década de los 80 y principios de los 90, la estrategia para el control de la coccidiosis en aves de vida prolongada cambió drásticamente.
En la actualidad, alrededor de entre el 60 % y el 70 % de los lotes reproductores se vacunan en la planta de incubación, y el uso de vacunas contra la coccidiosis es frecuente cuando están disponibles. Las vacunas son efectivas siempre y cuando se manejen y administren correctamente, y vayan acompañadas de prácticas de crianza adecuadas para garantizar que los ciclos de las coccidias sean uniformes dentro de la parvada. El objetivo de usar una vacuna contra la coccidiosis es que los pollitos desarrollen la inmunidad en una etapa temprana de su vida y que el daño intestinal sea mínimo.
INMUNIDAD TEMPRANA
Cuando se utiliza una vacuna contra la coccidiosis, lograr una inmunidad temprana (dentro de las primeras 3 o 4 semanas de vida del pollito) es fundamental para garantizar una protección prolongada a lo largo de su vida. La vacunación en la planta de incubación es un método de exposición controlada, y el desarrollo de la inmunidad a las coccidias requiere varios ciclos consecutivos en el ave en el campo en condiciones de manejo particulares.
La primera exposición a este parásito se produce durante la vacunación. Generalmente, esta vacunación se realiza en la planta de incubación, y el resto del proceso de ciclos continúa en la granja (tras la exposición y el posterior ciclaje).
Cada ciclo requiere que el ave ingiera ooquistes esporulados. El parásito invade las células intestinales y se multiplica dentro de ellas varias veces, y el ciclo termina con la expulsión de los ooquistes no esporulados en las heces. Luego, si las condiciones de la cama son adecuadas (oxígeno, temperatura y humedad), los ooquistes esporulan en la cama, y están listos para repetir el ciclo.
BIOLOGÍA Y CICLO DE VIDA
Las coccidias de los pollos tienen un ciclo de vida particular (Figura 1). Los pollos que no han estado expuestos anteriormente se infectan al ingerir ooquistes esporulados (infecciosos) para iniciar el ciclo, ya sea a partir de la vacunación o desde la cama. El ciclo se compone de dos etapas. La primera ocurre en el interior del pollo (esquizogonia y gametogonia) y dura alrededor de 5 a 7 días. La segunda etapa ocurre en el ambiente/la cama (esporogonia), dura alrededor de 1 o 2 días y permite que el ooquiste se vuelva infeccioso.
Un ooquiste esporulado tiene 4 esporocistos, y cada esporocisto contiene 2 esporozoitos. Después de la ingesta, las paredes de los ooquistes son oprimidas por la actividad física de la molleja, que libera los esporocistos (proceso de exquistación). Las enzimas pancreáticas del intestino delgado liberan, luego, los esporozoitos de los esporocistos, lo que les permite infectar las células epiteliales e iniciar el ciclo en el intestino del ave.
Los ooquistes inmaduros que expulsa el ave permanecen inactivos en la cama hasta que se presentan ciertas condiciones que permiten la esporulación. Estas son las condiciones:
Oxígeno;
Humedad de la cama de entre el 25 % y el 35 %;
Temperatura de la cama de entre 26 °C y 30 °C (79 °F-86 °F).
Es importante recordar que, para que la inmunidad se desarrolle en su totalidad, las coccidias tienen que pasar 3 o 4 ciclos consecutivos en el ave. La duración del ciclo y la cantidad de ciclos que se necesitan dependen de la especie de Eimeria que infecta al pollo. En general, las especies de Eimeria tienen un ciclo de entre 5 y 7 días.
DIAGNÓSTICO
Se conocen siete especies de Eimeria que infectan a los pollos. Estas especies son huésped específico, lo que significa que sólo infectan a los pollos y no a otras especies de aves. El diagnóstico se puede hacer de las siguientes maneras:
Examinando la ubicación y el tipo de lesión macroscópica que se observa en los intestinos. La ubicación del parásito y la lesión macroscópica en los intestinos permiten, la mayoría de las veces, un diagnóstico presuntivo aproximado de la especie de Eimeria involucrada.
Observando raspados intestinales con el microscopio para identificar las especies de Eimeria en función del tamaño y la forma del ooquiste y el esquizonte. Los ooquistes de E. maxima son notablemente grandes en comparación con otras especies.
Tomando y fijando muestras de tejido intestinal en un recipiente de solución de formalina tamponada para realizar un diagnóstico histológico.
Aprovechando la tecnología en materia de ADN, lo que incluye reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y secuenciación, para identificar todas las especies que afectan a las aves.
En la siguiente tabla, se señalan las especies de Eimeria más comunes que se encuentran en las reproductoras de pollos de engorde y su período de prepatencia (tiempo entre la exposición y la liberación del primer ooquiste).
Tabla 1. Las cinco especies más comunes de coccidia en reproductoras de pollos de engorde y su período de prepatencia.
LAS VACUNAS, SU ADMINISTRACIÓN Y SUS EFECTOS
Existen diferentes vacunas disponibles en el mercado para su uso en reproductoras de pollos de engorde. La mayoría de las vacunas se basan en suspensiones de ooquistes esporulados vivos (viables). Varían en cuanto al contenido de las especies de coccidia, la cantidad de ooquistes y la patogenicidad de la cepa. Además, las vacunas contra la coccidiosis pueden originarse a partir de cepas no atenuadas o de cepas precoces (atenuadas) seleccionadas. Las cepas precoces tienen un ciclo más rápido y son menos patógenas, pero también menos prolíficas, que las cepas no atenuadas.
La mayoría de las vacunas comerciales disponibles para pollitas reproductoras de pollos de engorde incluyen E. acervulina, E. tenella, E. necatrix, E. maxima, E. mitis y E. praecox, o una combinación de especies seleccionadas.
Se han empleado diferentes métodos para administrar vacunas vivas contra la coccidiosis a los pollitos (machos y hembras). En la primera semana de vida, la vacuna ha sido utilizada en el alimento o en el agua de bebida. En la planta de incubación, se han administrado estas vacunas via in ovo, mediante pulverización gruesa (spray), o en gel sólido.
En la actualidad, la mayoría de las vacunas contra la coccidiosis para reproductoras de pollos de engorde se administran en la planta de incubación, ya sea por medio de una cabina de pulverización o gotas de gel, y, en algunas situaciones, los pollitos reciben una segunda vacunación en el campo.
Si el intestino del pollito está sano y la vacuna se aplicó correctamente, los ooquistes esporulados vivos de la vacuna deberían multiplicarse poco después de que el pollito los haya ingerido. La transición del primer ciclo al segundo es muy importante, y debe ocurrir en la granja (Figura 2).
La siguiente generación de ooquistes expulsados por los pollitos vacunados debe esporular antes de que las aves los vuelvan a ingerir y multiplicarse en un segundo ciclo (esta esporulación depende en gran medida de que las condiciones ambientales sean las adecuadas). Después, tras el tercer y el cuarto ciclo consecutivos, se logra una inmunidad sólida, y las aves tienen protección contra futuros desafíos de coccidiosis.
En algunos casos, se ha realizado una segunda vacunación o revacunación en la granja para garantizar una cobertura adecuada y uniforme de la vacuna y un proceso de ciclos temprano de los ooquistes. Esta revacunacion puede hacerse mediante una pulverización gruesa, en el agua o en el alimento, o por vía oral mediante una sonda.
El desarrollo de la inmunidad depende de un proceso de ciclos temprano de las coccidias. Además de una excelente vacunación inicial, es fundamental proporcionar las condiciones adecuadas para que las aves experimenten los ciclos correctamente desde el primer día (las condiciones de crianza óptimas permiten un desarrollo intestinal óptimo).
Cualquier cosa que altere el proceso de pasar del primer ciclo al segundo, hará que algunas aves comiencen a desarrollar inmunidad, mientras que otras permanecerán desprotegidas contra las coccidias. La falta de uniformidad de la inmunidad aumenta el riesgo de brotes de coccidiosis debido a los problemas que supone que una cantidad elevada de ooquistes infecte a una población de pollitos desprotegidos. Las consecuencias de esos brotes son importantes; puede ser necesario un tratamiento con anticoccidiales; el bienestar y el rendimiento de las aves se verán afectados negativamente, lo que provocará pérdidas financieras.
Un ciclaje adecuado garantiza el desarrollo de la inmunidad y se traduce en lo siguiente:
Mejor integridad intestinal;
Alimentación uniforme y eficiencia alimentaria;
Ganancia de peso corporal uniforme;
Aves más saludables y con mejor viabilidad.
FACTORES QUE AFECTAN LA RESPUESTA A LA VACUNA DURANTE EL CRECIMIENTO
Los factores que se destacan a continuación, ya sea solos o en conjunto, influyen en la ejecución de un programa de vacunación eficaz contra la coccidiosis. El mejor lugar para la vacunación contra la coccidiosis es la planta de incubación, que reúne las condiciones ideales para la aplicación en masa o colectiva y suele propiciar un mejor control del proceso de preparación y mezcla de la vacuna.
Manipulación, almacenamiento y administración de la vacuna
Nunca congele la vacuna contra la coccidiosis porque contiene ooquistes vivos.
Seguir las instrucciones del fabricante para mezclar la vacuna con el diluyente.
Garantizar una distribución uniforme de la vacuna a través de una pulverización en cabina o de gotitas de gel. Es de suma importancia administrar la vacuna de manera tal que se asegure de que todos los pollitos estén expuestos de manera uniforme a los ooquistes vivos (utilice un colorante si es necesario).
Proporcionar suficiente tiempo e intensidad de luz a las aves después de la vacunación en la planta de incubación para permitir que se acicalen.
Procurar que los pollitos estén cómodos en términos de temperatura y humedad relativa después de la vacunación. Permita que los pollitos se sequen y evite exponerlos a altas velocidades de aire o corrientes de aire.
Nota: Puede haber situaciones en las que la administración de la vacuna contra la coccidiosis en la granja debe considerarse como única vacuna aplicada o como una segunda vacunación. Estas situaciones ocurren en los siguientes casos:
• Cuando las vacunas no pueden administrarse en la planta de incubación;
• Cuando hay dudas sobre la administración de la vacuna en la planta de incubación;
• Cuando es una decisión del cliente porque lo considera mejor para una especie en particular.
PRÁCTICAS DE CRIANZA Y MANEJO
Óptimas prácticas de crianza son cruciales para lograr un desarrollo intestinal adecuado y también para la esporulación, el consumo y el reciclaje adecuados de los ooquistes. La densidad de crianza de los pollitos debe cambiar a medida que crecen para aumentar el espacio en el suelo, así como el espacio de comederos y bebederos. Sin embargo, soltar a los pollitos demasiado pronto en zonas donde no se han expulsado ooquistes de coccidia puede comprometer el reciclaje y la uniformidad del proceso así como el desarrollo de la inmunidad.
El manejo durante las primeras semanas de vida de un pollito es fundamental para el desarrollo intestinal y requiere centrarse en muchos factores. Para lograr un excelente manejo y condiciones ambientales adecuadas, es necesario prestar atención a lo siguiente:
Alimento
Luz
Aire (temperatura y humedad relativa)
Agua
Espacio (densidad de aves y espacio de comederos y bebederos)
Sanitización (bioseguridad)
La crianza en una zona reducida del galpón es una práctica común y una forma muy efectiva de lograr un ambiente adecuado para los pollitos, así como un correcto ciclaje de ooquistes. Los cercos de crianza, o las áreas o divisiones de crianza, en particular para las reproductoras de pollos de engorde, se usan para controlar no solo la densidad poblacional, sino también el espacio de comederos y bebederos.
Controlar la densidad poblacional de manera progresiva durante las primeras tres o cuatro semanas de vida es una excelente manera de controlar la humedad y la temperatura de la cama para lograr que el desarrollo intestinal, la esporulación de las coccidias y el ciclaje sean óptimos.
La densidad poblacional durante el período de crianza debe ajustarse en función de las condiciones particulares del galpón o de la granja (tipo de criadora, preparación del área de crianza, tipo de comedero y bebedero, ventilación del galpón, humedad de la cama y temperatura ambiental). La época del año también puede afectar las condiciones de crianza, por lo que, en los países con temporadas de invierno y verano extremas, es posible que haya que hacer ajustes en los protocolos de crianza.
Si se cubre el área de crianza con papel y posteriormente se retira, asegúrese de retirar el papel antes de que los pollitos comiencen a expulsar los ooquistes de la vacuna (esto suele comenzar 5 días después de la vacunación). Quitar el papel después del día 4 tras la vacunación podría reducir la exposición adecuada a los ooquistes de la vacuna que fueron expulsados por las aves y limitar el primer reciclaje de los ooquistes.
Si se utiliza papel en el área de crianza, otra opción es dejar que el papel se descomponga en la cama.
El manejo de la humedad y la temperatura de la cama requiere atención especial y es clave para el correcto desarrollo de la inmunidad a las coccidias. Puede ser necesario rociar agua sobre la cama, si el material de cama está demasiado seco (menos del 25 % de humedad) o si la densidad poblacional propuesta es demasiado baja para mantener la humedad de la cama. La humedad relativa no es un buen indicador de la humedad de la cama. La humedad de la cama puede comprobarse utilizando un medidor de humedad portátil o simplemente tomando un puñado de la cama y evaluando subjetivamente el contenido de humedad. Si al apretar un puñado de la cama permanece pegado, significa que está demasiado húmeda.
Si se deshace sin compactarse ni un poco, está demasiado seca. Una cama con el contenido de humedad correcto se compacta un poco. Aunque resulta menos práctico, la humedad de la cama también se puede medir con un horno de secado. Para hacerlo, se recogen muestras de la cama, se pesan y se dejan secar en un horno de secado durante 12 a 24 horas a 50 °C (120 °F). El cálculo de la pérdida de agua determina el porcentaje de humedad de la cama.
Como se explicó anteriormente, la temperatura y la humedad de la cama son cruciales para que el ooquiste esporule, pero las condiciones ambientales también son fundamentales para lograr que los pollos se desarrollen correctamente. Consulte los manuales de manejo de reproductoras para obtener más información sobre las mejores prácticas de manejo.
CICLO DE LA VACUNA
El desarrollo óptimo del intestino es muy importante. Controle el peso corporal y la uniformidad a los 7 días. El desarrollo intestinal debe ser maximizado durante la primera semana.
La continuidad de los ciclos es la clave para conseguir inmunidad duradera sin un brote clínico de coccidiosis, especialmente durante el primer ciclo y la transición del primer al segundo ciclo. Recuerde que, para unos pocos pollos, el primer ciclo ocurre en la granja.
Si se dan ciertas condiciones, como una humedad muy baja en la cama, se podría aconsejar una revacunación en el campo durante la primera semana y algunas veces también humidificando la cama para aumentar su humedad, con el fin de garantizar el primer ciclo.
Como se mencionó anteriormente, la densidad también puede influir en la humedad de la cama y en la tasa de ingesta y esporulación de ooquistes. Siempre tenga en cuenta la densidad durante las primeras 3 a 4 semanas de vida cuando tenga desafíos de campo.
Evalúe que el proceso de ciclos en el campo sea el adecuado durante 7 a 28 días mediante lo siguiente: Observaciones clínicas y de necropsia de los pollos en el campo (evite elegir aves enfermas).
Recuentos de ooquistes por gramo de heces mediante un análisis de laboratorio. Esta evaluación podría ser útil para determinar si los ciclos transcurren de acuerdo con el plan o si hay algún problema con la multiplicación de las coccidias o la administración de la vacuna en la planta de incubación.
Preste atención a las propiedades anticoccidiales de los suplementos que reciban los pollos, ya que pueden afectar los ciclos de la vacuna y el desarrollo de la inmunidad.
En los programas de producción libres de antibióticos, el uso de productos fitogénicos, productos botánicos o extractos de plantas en el alimento o en el agua, junto con la vacuna contra coccidiosis,pueden servir para tratar de modular los ciclos de la vacuna.
CONDICIONES INMUNOSUPRESORAS
La exposición a enfermedades como la enfermedad de Gumboro, la enfermedad de Marek y la anemia infecciosa aviar puede tener un efecto perjudicial en el sistema inmunitario de las aves y en el desarrollo de la inmunidad contra las coccidias. La inmunosupresión permite una multiplicación excesiva de las coccidias, pudiendo haber brotes más adelante en la vida del ave.
Existen otras situaciones que pueden ocasionar inmunosupresión, como el estrés, las micotoxinas, una temperatura de crianza fría, la falta de espacio para comederos o la nutrición marginal.
PROBLEMAS AMBIENTALES
Algunas condiciones ambientales repercuten en la respuesta de las aves a la vacuna:
Puede haber problemas ambientales provocados por temperaturas superiores o inferiores a las recomendadas durante las primeras semanas de vida.
Los problemas en la calidad del aire, como el alto nivel de amoníaco o polvo en el galpón, podrían afectar de manera adversa el desarrollo inicial de los pollitos y su respuesta a la vacuna contra la coccidiosis, lo que haría que los pollitos sean propensos a contraer otras enfermedades.
La cama seca impide la esporulación de los ooquistes.
La cama húmeda aumenta la esporulación, lo que puede ocasionar una esporulación excesiva de ooquistes y lesiones, similar a cuando hay brotes de coccidiosis.
FACTORES NUTRICIONALES
Las micotoxinas en el alimento pueden perjudicar la respuesta inmunitaria de las aves, lo que se traduce en una mayor susceptibilidad a los desafíos en el campo.
Los cambios en las fases de alimentación o en la presentación del alimento durante el desarrollo de la inmunidad a las coccidias podrían ocasionar cambios intestinales en las aves y producir una respuesta a la vacuna por debajo del nivel óptimo.
TRATAMIENTO
Aunque es poco frecuente, puede ocurrir que las aves necesiten tratamiento para controlar un brote. Cuando el desarrollo de una buena inmunidad falla, las aves pueden correr el riesgo de que se produzca un nuevo brote de coccidiosis en los siguientes casos:
El tratamiento se administra demasiado tiempo antes de que se desarrolle la inmunidad (menos de 2 semanas).
Se utiliza una dosis alta de medicamentos durante más de 2 días, evitando que las coccidias ciclen y comprometiendo la inmunidad.
El amprolio y el toltrazuril son algunos de los medicamentos que se utilizan para tratar los brotes clínicos de coccidiosis. Antiguamente, también se usaban sulfas como tratamiento.
El uso de medicamentos anticoccidiales o de ciertos productos botánicos puede interferir en la respuesta a la vacunación o al reciclaje de ooquistes. Por lo tanto, su uso como parte de un programa dual, que combine vacunas con productos botánicos o anticoccidiales para tratar la coccidiosis debe gestionarse y controlarse de cerca para evitar que la vacuna resulte ineficaz. Es fundamental consultar y seguir las recomendaciones del fabricante de la vacuna.
PUNTOS CLAVES
Mantener la vacuna refrigerada (NUNCA CONGELADA) y preste mucha atención a las fechas de vencimiento.
Administrar la vacuna de manera tal que se garantice una distribución uniforme y una exposición pareja de todos los pollitos a los ooquistes vivos. Se recomienda que la administración se realice en la planta de incubación. Permita que los pollitos se sequen y evite exponerlos a altas velocidades de aire o corrientes de aire.
Proporcionar suficiente tiempo e intensidad de luz a las aves después de la vacunación en la planta de incubación para permitir que se acicalen.
Las buenas prácticas de crianza (temperatura del ambiente y humedad relativa), junto con el manejo de la densidad poblacional durante las primeras 3 a 4 semanas de vida, garantizarán que el reciclaje de los ooquistes no se vea interrumpido, lo que permitirá lograr una inmunidad total en una etapa temprana.
Es posible que sea necesaria una segunda vacunación en la granja si las condiciones no son óptimas.
Se recomienda evaluar las aves en el campo periódicamente, en intervalos de entre 7 y 28 días, para determinar u observar la reacción tras la administración de la vacuna y hacer modificaciones en el programa de crianza y manejo.
A la hora de vacunar contra la coccidiosis, no se recomienda el uso de medicamentos anticoccidiales ni de cualquier producto que tenga acción anticoccidial, especialmente durante las primeras 3 a 4 semanas de vida, ya que interferirá en los ciclos de las coccidias y el desarrollo de la inmunidad temprana.
Revisar las propiedades anticoccidiales de los aditivos colocados en el alimento que se usen en los programas de producción libre de antibióticos.
SIEMPRE consulte a su veterinario para analizar posibles tratamientos en caso de ser necesario.
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