Miopatías del músculo de la pechuga (BMM) Primera Parte.
Introducción
Durante los últimos diez años, ha habido un aumento en la cantidad de informes sobre miopatías del músculo de la pechuga (BMM) observadas en la planta de procesamiento avícola que, en algunos casos, pueden tener consecuencias económicas serias para el productor y un efecto negativo en las preferencias de los consumidores con respecto a la carne de pollo. Si bien la incidencia de las BMM es errática y no se observa en todas las regiones del mundo, se ha vuelto una cuestión importante para la industria en general. Como consecuencia, Aviagen ha invertido una cantidad significativa de tiempo y recursos para investigar sobre el tema, al igual que lo hacen diversas universidades.
Si bien todavía no comprendemos en su totalidad las causas metabólicas de las BMM, nuestro conocimiento ha aumentado considerablemente durante los últimos cinco años. El objetivo de este documento es resumir el conocimiento actual sobre las miopatías del músculo de la pechuga, los factores que pueden estar involucrados como causantes de la miopatía y las soluciones posibles para reducir su incidencia y gravedad. No todas las miopatías que aquí se detallan tienen un efecto importante sobre la calidad del producto, pero se incluyen para ofrecer información completa.
Respuesta de Aviagen frente a las miopatías
Si bien la DPM ha formado parte de los objetivos de mejoramiento durante muchos años, la WS, la WB y la SS se agregaron a los objetivos de mejoramiento en 2012 con el fin de reducir la tendencia genética a expresar estas condiciones en el campo.
Aviagen selecciona de forma tal de evitar la tendencia genética a padecer miopatías de pechuga dentro de un objetivo de mejoramiento balanceado que también incluye otras características relacionadas con la eficiencia biológica, el rendimiento, la robustez, el bienestar y la aptitud reproductiva. Teniendo en cuenta la base genética baja de las miopatías de pechuga (Bailey et al., 2015) y el tiempo necesario para que los cambios en el nivel de pedigrí lleguen al nivel del pollo de engorde, se espera que la tendencia genética a exhibir estas miopatías haya comenzado a reducirse en 2018. Es importante destacar que es poco probable que la incidencia de las miopatías de pechuga alcance el nivel cero solo gracias a la selección genética, ya que existen factores no genéticos que también afectan la incidencia de miopatías.
Además, Aviagen cuenta con un enfoque multidisciplinario que involucra a nutricionistas, veterinarios, genetistas, especialistas en manejo y especialistas en incubación para recopilar información y coordinar investigaciones sobre los factores no genéticos que contribuyen a la incidencia de campo de todas las BMM. Aviagen ha realizado una amplia gama de ensayos sobre los factores que podrían afectar la incidencia de las BMM, evaluando las prácticas de nutrición, manejo e incubación, y la genética.
Aviagen también ha colaborado con universidades y compañías que están realizando investigaciones sobre las BMM. En este documento, se detallan los resultados de estos ensayos y las colaboraciones.
Historia de las BMM
La primera miopatía del músculo de la pechuga que impactó la industria avícola fue la miopatía pectoral profunda (DPM), también conocida como enfermedad del músculo verde o enfermedad de Oregón, que se identificó, inicialmente, en pavos en los años 60. La DPM se manifiesta en uno (o ambos) de los filetes internos de la pechuga (es decir, el músculo pectoral menor), que se atrofia y se vuelve de color verde. Esta condición también se observó en pollos de engorde a fines de la década de 1990 y se suele observar ocasionalmente en las plantas de procesamiento.
En la década de 1990, se describieron dos condiciones relacionadas con el color de la carne de la pechuga de los pollos de engorde: pálida, suave y exudativa (PSE), y oscura, firme y seca (DFD). La PSE se había observado inicialmente en puercos, y se descubrió que se debía a una mutación de un solo gen. Sin embargo, se descubrió que la PSE y la DFD en los pollos de engorde no se deben a un solo gen, sino, principalmente, al estrés previo al sacrificio desde el momento de captura de las aves hasta el arribo a la planta de procesamiento y al proceso de sacrificio propiamente dicho. Aunque tanto la PSE como la DFD se observan en niveles bajos en la mayoría de las plantas avícolas y no causan problemas de aceptabilidad significativos en los consumidores, sí tienen un efecto menor sobre la calidad de la carne.
Desde 2010, se han informado tres BMM con frecuencia creciente: estrías blancas (WS), pechuga de madera (WB) y músculo de espagueti (SS), también conocida como músculo blando. En la mayoría de los casos, la WS no ha tenido un efecto significativo en la aceptación de la carne de pechuga de pollo entre los consumidores, pero la WB y la SS, en casos graves, han causado problemas dentro de ciertos productos. Estas miopatías pueden haber estado presentes antes de 2010, pero no fueron reconocidas en la planta de procesamiento.
Descripción de la problemática de las miopatías
Tipos de pollos de engorde afectados por las BMM
La evidencia científica y de campo muestra claramente que las BMM pueden producirse en todos los genotipos de pollos de engorde modernos en el mercado, incluso en cruzas de crecimiento lento. El riesgo de padecer las BMM es mayor cuando las aves engordan a pesos excesivos (>3 kg o 6.6 lb) en edades adultas.
Distribución de las BMM en el mundo
Si bien se han informado casos de estas miopatías en algunas regiones del mundo como problemas significativos, la ocurrencia real es esporádica y altamente variable cuando se produce. La mayoría de los casos han sido informados en la Unión Europea, EE. UU., Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Japón y Brasil. En varias regiones del mundo, las BMM no se han informado como un problema. El tipo de miopatía informado varía de una compañía avícola a otra. Por ejemplo, algunas informan casos de WB y otras, de SS. Actualmente, la miopatía informada con mayor prevalencia es la WS.
Inocuidad alimentaria/rechazo en la planta de procesamiento
La disposición sobre las BMM en las inspecciones sanitarias veterinarias durante el sacrificio varía. En general, las BMM se consideran un problema relacionado con la calidad y no con la inocuidad alimentaria (Bilgili, 2016). A la fecha, no existe evidencia de contaminación por bacterias o virus. La mayoría de los productos que presentan una BMM se clasifican y se decomisan (DPM) o se desvían a usos alternativos. Sin embargo, si las BMM son graves y están acompañadas por signos de inflamación (es decir, hemorragias localizadas, fluido gelatinoso, etc.), las autoridades regulatorias pueden solicitar el decomiso de la canal completa (Europa) o el corte de las partes afectadas (Brasil y América del Norte).
Consecuencias económicas
Es posible, aunque difícil, estimar las consecuencias económicas de las BMM. La cantidad de músculo cortado o descartado debido a las BMM puede contabilizarse si los músculos de la pechuga se deshuesan. De esta forma, se puede hacer un análisis económico sobre el producto perdido o el valor del producto perdido. Sin embargo, no existe una manera práctica de determinar la incidencia de las BMM, y especialmente de la DPM, en los mercados de canales enteras. Con respecto a las formas leves de BMM, el producto clasificado suele desviarse a segmentos de mercado alternativo (por ejemplo, procesamiento adicional) que permite recuperar parte del valor.
Para ver la segunda parte haga click en el siguiente enlace: https://bit.ly/3qShTXP